martes, 20 de enero de 2009

Cerro Muriano

Propuesta para concurso con intervención de jurado
Marzo 2008




Las bases del entorno existente se reelaboran de manera que la propuesta parte de una base sólida de integración que debe adaptarse a dos condiciones diferenciadoras que enmarcan la actuación respecto a ese entorno: la excesiva estrechez de la parcela resultante de la alta densidad de vivienda requerida y la actuación anómalamente conjunta en una zona proporcionalmente amplia.

La densificación, como primer criterio de sostenibilidad, se ve en este caso acompañada de la homología de la traza ocupada tradicional, configurando patios de sol y sombra que permiten tanto el aprovechamiento energético invernal como el frescor veraniego por ventilación natural.

Dado la amplitud de viviendas programadas en la intervención, los datos de planeamiento muestran generosidad en la edificabilidad pero una dirigida configuración de parcela muy estrecha y de fondo justo.
Se opta por una parcelación ajustada al mínimo exigible, dejando en los testeros parcelas más grandes que den mejor cabida a las exigencias en planta baja de las viviendas adaptadas y normalizadas.

El perfil recompone sus alturas para evitar el escalonamiento entre parcelas que aparecería como continuo en conjunto.








Se plantean las viviendas con un desarrollo en medias plantas consiguiendo una fluidez espacial que minimiza la indeseada compartimentación excesiva del espacio en viviendas en varias plantas y de pequeño tamaño. También se opta por ocupar la mayor parte de la parcela hacia el fondo trasladando el espacio libre (patio o terraza) a la parte superior de las viviendas. En el frente, el vuelo de las edificaciones y el retranqueo configuran un espacio susceptible de ser utilizado como garaje o jardín.
La configuración interior unifica las zonas de servicio permitiendo, además del programa estricto de vivienda protegida de tres dormitorios, una variedad de particiones y posibles usos adaptables a las necesidades de los ocupantes.

Evitar la monotonía, la excesiva repetición, la necesidad de identificación de la propia vivienda, se resuelven con la alteración del ritmo de huecos y sus posibles acabados de reja, balcón, parasol, al tiempo que el perfil del conjunto se deforma en su arista superior consiguiendo una continuidad que resuelve el escalonamiento entre parcelas. De esta manera el barrio tiene una identidad propia dentro de las raíces del lugar, al tiempo que cada vivienda mantiene su singularidad sin desligarse del conjunto.

El decalaje vertical entre parte anterior y posterior de la vivienda tipo se debe a la pobreza del terreno, con mucho relleno antrópico a vaciar. Adaptación al terreno, racionalidad de la estructura, multiplicidad de uso técnico de los materiales, uso de construcción estándar, minimización de los recorridos de instalaciones y agrupación de las mismas, todo ello contribuye a una ejecución y acabados perfectamente controlables, duraderos y económicos.