sábado, 22 de noviembre de 2008

Eidos 3. Redondela

Rehabilitación-Ampliación de vivienda unifamiliar entre medianeras
Proyecto Febrero 2001
Premio GranDeArea 2003




La edificación existente es de planta baja, piso y buhardilla. Resuelta con muros medianeros portantes de piedra y fachadas anterior y posterior también en piedra. La buhardilla sobresale de la cubierta continuando la fachada posterior. Los forjados y cubiertas están resueltos también de forma tradicional: en madera y teja cerámica curva.
La fachada anterior presenta un ritmo de tres huecos enmarcados por pilastras extremas rematadas en capitel neoclásico que soportan la cubierta del balcón corrido que abarca toda la primera planta. Este balcón se forma a partir del vuelo sobre la calle y el retranqueo de la fachada, y se protege con una barandilla sencilla y esbelta de hierro.La fachada posterior no responde a ningún ritmo compositivo, salvo el hastial de la buhardilla que, en posición central, la continúa. Presenta además un añadido cerrado cerrado solo en planta primera.
Se desconoce su antigüedad, seguramente centenaria, mas, en todo caso, no está catalogada ni recae sobre ella norma alguna de conservación.

Las características constructivas, organizativas y dimensionales de la edificación existente no se adaptan a los requisitos actuales de funcionalidad, seguridad y habitabilidad; especialmente la estrecha y empinada escalera de acceso, las habitaciones sin luces, y la escasa superficie existente para el desarrollo adecuado del programa de necesidades.Por otra parte, sus fábricas, escala, modulación y proximidad la remiten constantemente al casco antiguo de la villa.



Se opta pues por adicionar una planta, pero conservando las trazas fundamentales de la fachada principal, y aprovechando, en lo posible, los muros medianeros y fachada posterior.
El balcón cubierto conservado sirve así de elemento de transición entre lo pre-existente y lo adicionado, que, sin recurrir a la mimesis y afirmando su novedad (como prescriben las leyes autonómica y estatal de patrimonio) conforma una nueva fachada en la que se resaltan los valores de lo previo mediante la sencillez y proporción de las formas y el uso de texturas y colores que no compiten con la piedra.
La fachada posterior sufre mayores transformaciones dada la exigüidad de sus huecos, que deben ser ampliados. El tratamiento en las zonas intervenidas será el hormigón para piezas lineales, y el enfoscado y pintado en tono apagado (su orientación norte la hace proclive a los mohos) para los paños.
Interiormente se renuevan los forjados, instalaciones y se trasdosan algunos cerramientos pétreos, dejando visibles algunas áreas en zonas comunes (escaleras, salón).




La necesidad de una escalera que pudiera resolver las necesidades propias de la obra desde su inicio se convierte en un elemento generador del proyecto y protagonista del espacio interior.