Proyecto Septiembre 2004
La recuperación de vidrios, como toda actividad de reciclado pretende una armonización de los procesos productivos con los procesos medioambientales. Es por ello que surge una nueva relación industria-medio físico que busca un diálogo amable con el entorno.
El esfuerzo, no siempre fructuoso, de humanizar los polígonos industriales desde el urbanismo y la ordenación territorial choca a menudo con industrias que se instalan sin mayores compromisos que el mero establecimiento. Romper con el concepto de construcción industrial como elemento lamentablemente inevitable de ciertos paisajes escondibles por sus exigencias de amplitud y economía de su sistema seriado de construcción es una cuestión de propósito. El problema ya está planteado, solo queda la voluntad de resolverlo. Y este es el punto de partida de este proyecto.
La nave se diseña de modo que el propio tenor constructivo genere fracturas y ritmos sincopados que humanicen la escala de su factura. Se establece entonces una gradación vertical de materiales que ven secuenciada su extensión por el ritmo de bajantes, huecos, texturas y los colres propios de los materiales. Todo ello se cubre con un “cielo nublado”, una composición “aleatoria” de planchas nervadas opacas y traslúcidas que permiten una iluminación adecuada del interior.
Las funciones auxiliares de administración y vestuario se sacan del volumen de la nave creando un anexo de escala más reducida que sirve de edificación representativa y transición entre la parcela libre y la nave. Esta solución se adecúa además a las condiciones de protección contra incendios exigidas.